Por: Rafael Luna Grajeda

Ciudad de México,  El primer SMS se envió el 3 de diciembre de 1992 en Estados Unidos y, a pesar de todos los cambios tecnológicos, sigue siendo uno de los canales más utilizados del mundo, con una tasa de apertura del 98%. El SMS se convirtió en un buen medio para las empresas en México por medio del cual enviar publicidad, encuestas, recordatorios de pago o alertas. Esto debido a que los SMS, son más confiables y personales. Además, a través de este medio las compañías aseguran que llegue el mensaje, mientras que para recibir mensajes por redes sociales es necesaria la conexión a internet, así como la instalación de apps adicionales. Presente en el 100% de los teléfonos móviles, no requiere conexión a internet y tiene un bajo coste para el envío de mensajes masivos.

Y en los envíos masivos es donde reside el gran villano de las comunicaciones entre empresas y clientes: las rutas de SMS piratas. También conocidas como «Granjas SIM». En el afán por reducir los costes de envío de mensajes SMS a los clientes, muchas marcas contratan a empresas de mensajería masiva no reguladas, sin saber que están haciendo algo ilegal. Todas las empresas que ofrecen servicios de mensajería tienen que estar autorizadas por los organismos reguladores y seguir también estrictas normas de control de las operadoras del país, incluida la tarificación de estos mensajes.  Estas Granjas SIM no garantizan la entrega de los mensajes, ya que no son rastreables, ni se preocupan por el contenido que se envía.

Este tipo de trabajo ilegal crece día a día y representa una amenaza considerable, que va más allá del simple ahorro, poniendo en peligro la seguridad de los datos e incluso abriendo camino al phishing, el spam y el fraude, afectando tanto a usuarios como a marcas. La presencia camuflada de estas estafas en las redes de envío de mensajes suele ser desconocida para los destinatarios finales.

Michele Bader, Vicepresidente de Operaciones de Sinch, explica que es sencillo saber si la empresa que se contrata para enviar los mensajes utiliza medios legales o rutas piratas. «Los proveedores oficiales utilizan combinaciones de números cortos, mientras que las empresas piratas envían mensajes utilizando números de teléfono comunes e incluso internacionales. A la hora de evaluar un servicio, hay que analizarlo. Informando a empresas y consumidores sobre los riesgos asociados a estas prácticas, podemos desbaratar las operaciones de estos estafadores y proteger los dispositivos móviles y la información personal de los usuarios.»

Michele subraya la importancia de no perder la confianza en los SMS empresariales, ya que son un canal vital y valioso para una comunicación eficaz entre empresas y clientes. «Muchos países tienen normativas que regulan el envío de mensajes SMS, que ayudan a garantizar prácticas éticas y a evitar envíos masivos no autorizados. El cumplimiento de estas normas por parte de las empresas contribuye a reforzar la confianza y la seguridad en el canal.»

El reto persiste, ya que muchas empresas y consumidores desconocen los peligros asociados a las Rutas Piratas. Esta falta de concienciación facilita que los estafadores operen sin ser detectados, por lo que es necesario aumentar la vigilancia de los usuarios con respecto a sus dispositivos móviles y a los mensajes que reciben, lo que conlleva una pérdida de credibilidad del servicio de mensajería.

«Para hacer frente a este problema, es esencial que los usuarios adopten una actitud vigilante hacia sus dispositivos móviles, prestando especial atención a los enlaces recibidos en los mensajes, evitando los clics impulsivos. Para las empresas, es esencial elegir un proveedor con conexión directa con los principales operadores de telefonía móvil. Las soluciones de firewall de SMS, capaces de detectar y bloquear contenidos fraudulentos, junto con las soluciones de identidad móvil, que verifican la autenticidad de la información del cliente, son esenciales para prevenir el fraude», concluye Bader.

Los principales consejos que Sinch comparte a los usuarios para evitar caer en estafas son las siguientes:

  1. Verificar la fuente: es importante que cuando se recibe un mensaje de texto que dice ser de alguna institución financiera o algún proveedor de servicios, se verifique el número del que se recibió dicha información, normalmente debería ser de algún número de 4 a 5 dígitos y no de 10 como un teléfono normal, asimismo, si el remitente aparece como un nombre de alguna empresa, leer con cuidado y revisar que este realmente deletreado de forma correcta y no con símbolos que hicieran parecer auténtico, cuando en realidad no lo es.
  2. Cuidado con dar click en hipervínculos desconocidos y evitar abrir documentos adjuntos: Muchas veces los estafadores encuentran maneras muy hábiles de robar sus datos, contraseñas o incluso de persuadir a las personas a que las cambie, haciéndose pasar por ejecutivos de instituciones financieras u otros servicios. Por lo que si se detecta algo sospechoso, evite abrir links desconocidos, dar click en promociones o abrir documentos adjuntos de origen desconocido, será la mejor forma de mantener sus datos seguros.
  3. Cuando en duda, es mejor contactar a su proveedor: si el usuario recibe un mensaje con alguna alerta o alguna información que desee verificar, lo mejor será haciéndolo ponerse en contacto con la empresa a través de los canales oficiales de cada proveedor, ya sea marcando a su banco, por el chat de WhatsApp oficial de la marca o cualquier otro espacio seguro para intercambiar información.