Dom Phillips y Bruno Pereira realizaban una investigación en la zona, pero ésta trastocaba intereses de cazadores, mineros y pescadores furtivos
La semana pasada, el diario The Guardian reportó la desaparición de su corresponsal en Brasil, Dom Phillips, así como del indigenista Bruno Pereira, quienes se encontraban haciendo una investigación en la selva de la Amazonia; la última vez que se les vio con vida fue el 5 de junio en el Valle de Javari, cuando se dirigían en en barca a Atalaia del Norte.
Ocho días después de la búsqueda, la esposa del comunicador británico dio a conocer que la Policía Nacional de Brasil le informó que tanto el cuerpo de su marido como el del activista habían sido encontrados sin vida el sábado 11, y junto con ellos, una mochila y otras pertenencias e identificaciones de ambos. Esta información también habría sido confirmada por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, según la agencia AFP.
Tanto el periodista como el activista habían sido amenazados de muerte por algunos empresarios locales, así como cazadores y pescadores furtivos, según informó la semana pasada The Guardian, por lo que se temía que su desaparición estuviera relacionada con la investigación que estaban realizando en la zona y por la cual los habían amagado.
De hecho, el medio alemán Deutsche Welle precisó este lunes que los cuerpos de ambos hombres habían sido encontrados en una zona de difícil acceso, pero muy cerca de del domicilio del pescador Amarildo Costa de Oliveira, uno de los principales sospechosos de las desapariciones, y quien desde hace unos días se encuentra en prisión preventiva.
En tanto, el cuñado de Phillips, Paul Sherwood, dijo que fue el propio embajador de Reino Unido en Brasil quien les informó sobre el hallazgo de las cosas del periodista y su colega. «Dijo que quería que supiéramos que habían encontrado los cuerpos (…) No describió la ubicación, solo dijo que estaban en la selva tropical atados a un árbol...», dijo a The Guardian, medio para el que trabajaba el periodista británico, quien también colaboró en importantes diarios como The New York Times y The Washington Post.
Sin embargo, hasta el momento la Fundación Nacional del Indio de Brasil (FUNAI), organismo en el cual había colaborado Pereira, no ha confirmado la muerte del indigenista. Cuando se supo que Bruno había desaparecido, denunció que el experto había recibido regularmente amenazas de madereros y mineros ilegales que intentan invadir las tierras de grupos indígenas aislados para su posterior explotación.
¿Qué hacían en la Amazonia?
Phillips y Pereira tenían por objetivo entrevistar a pobladores indígenas alrededor de una base de monitoreo de la FUNAI y llegaron al lago Jaburu el viernes 3 de junio por la noche, informaron la semana pasada en un comunicado la Unión de Organizaciones Indígenas del Valle de Javari (UNIVAJA) y el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas Aislados y Recién Contactados (OPI).
Comenzaron su viaje de regreso la madrugada del domingo 5 de junio, deteniéndose en la comunidad de Sao Gabriel, donde Pereira había programado una reunión con un líder local para discutir sobre las patrullas indígenas orientadas a combatir las «intensas invasiones» en sus tierras, según el comunicado.
Esa fue la última vez que se les vio. Como el líder de la comunidad no llegó, los dos hombres decidieron continuar hasta Atalaia do Norte, un viaje de unas dos horas, dijeron. Según AFP, ambos viajaban en una barca nueva con 70 litros de gasolina, «suficiente para el viaje», y usaban equipos de comunicación satelital.
Fuente: El Heraldo de México.