Un ataque contra una iglesia católica en Nigeria el domingo, perpetrado por hombres armados y con explosivos, dejó 21 muertos, entre ellos niños, y varios heridos, informó este lunes un funcionario del gobierno local.
Richard Olatunde, portavoz del despacho del gobernador del estado de Ondo, indicó que hubo una explosión con dinamita dentro de la iglesia en la localidad de Owo antes de que hombres armados abrieran fuego por las ventanas mientras se celebraba una misa.
Este ataque, que fue denunciado como un «odioso asesinato de fieles» por el presidente Muhammadu Buhari, no fue reivindicado.
Se produjo durante el servicio religioso matinal en la iglesia católica St Francis de la ciudad de Owo, en el estado de Ondo, que habitualmente se ha mantenido bastante a salvo de los ataques de yihadistas y de las bandas criminales activas en otras regiones del país.
El domingo por la tarde, el papa Francisco reaccionó en un comunicado afirmando «haber tomado conocimiento del ataque en la iglesia de Ondo (…) y la muerte de decenas de fieles, entre ellos varios niños, durante la celebración de Pentecostés» y que «rezaba por las víctimas y por el país».
La seguridad es un importante reto en el país más poblado de África y la mayor economía del continente.
Los ataques contra los lugares religiosos tienen un impacto particular y aumentan la tensión en Nigeria, mayoritariamente cristiana en el sur y musulmana en el norte.
Desde hace 12 años, las fuerzas de seguridad enfrentan una insurrección yihadista en el noreste del país, mientras que grupos criminales cometen secuestros multitudinarios en el noroeste y el centro y en el sureste operan grupos separatistas.
Fuente: Excélsior.