Durante la temporada de 2012, el panameño Mariano Rivera, hoy miembro del Salón de la Fama, señaló que dentro de los prospectos de los Yankees que había en esos momentos, el mejor en lanzador era el mexicano Manny Bañuelos.

El duranguense fue firmado dos años antes y desde que comenzó su desarrollo con los neoyorquinos comenzó a capturar los reflectores. Sin embargo, su trabajo en ligas menores comenzó a desilusionar a la organización de la gran manzana y terminó siendo parte de un canje menor con los Bravos.

Bañuelos logró debutar en Grandes Ligas en 2015, pero ya sin la etiqueta de futura estrella. Bañuelos pasó por varias ligas y organizaciones hasta que 10 años después de ser considerado como el mejor pitcher de su generación, el mexicano por fin cerró un círculo al lanzar ayer con los Yankees, el primer equipo que confió en él. La odisea culminó para Manny.

El zurdo ingresó en el octavo inning para relevar a Gerrit Cole, quien por seis innings y dos tercios mantuvo un juego perfecto.

Bañuelos subió al montículo para culminar el encuentro. Lanzó dos innings en los que sólo recibió un imparable y recetó un ponche.

La noche que estuvo esperando durante años, finalmente llegó con en el triunfo de los Yankees 0-13 frente a los Tigres.

Los Bombarderos del Bronx conectaron cuatro cuadrangulares, incluido el vigésimo de la temporada para Aaron Judge. El jardinero de los Mulos está convertido en el sultán del bat.

Cole puso fin a su performance en Yankee Stadium, esparciendo dos hits en siete entradas, ponchando a nueve y sin entregar ninguna base por bolas para su quinta victoria del año.

Fuente: Excélsior.