Familias se ha visto en la necesidad de dormir en la calle porque sus casas quedaron completamente destruidas.
La comunidad de Zapotengo, perteneciente al municipio de San Pedro Pochutla, Oaxaca, quedó prácticamente devastada por el paso del huracán Agatha. No tiene vías de comunicación, sus viviendas están inhabitables y encima sus habitantes acusaron que ninguna autoridad se ha parado en ese sitio.
Esta comunidad de cerca de 200 habitantes está a nivel del mar y se ubica a una hora de Bahías de Huatulco. La mayoría de sus casas son de techo de lámina, y hoy, casi todas están al aire libre e invadidas por el lodo. También se quedaron sin energía eléctrica y agua potable.
El puente que comunica esta zona con la carretera federal 200 se colapsó por el desbordamiento del río Aguacates, por lo que no hay accesos para automóviles. Además, los tramos de terracería quedaron muy flojos por las lluvias. La única forma de llegar es a pie, o bien en una motocicleta por ciertas zonas.
«Mira, eso que alcanzas a ver ahí, es la estructura del puente, es lo que estaba allá. Esa estructura semidestruida era lo que sostenía esto, la plataforma del puente», explicó uno de los afectados.
María de la Luz Cantera Cruz de aproximadamente 60 años, quien habita una casa de tres cuartos con otras 13 personas, narró a MILENIO que perdió todas sus pertenencias en este fenómeno meteorológico. Lamentó que ahora, tendrá que empezar de cero.
«Nos quedamos sin ropa, sin nada, todo perdimos, todo y, pues yo sí le pido al gobierno federal que nos ayude, que nos ayuden porque pues la verdad es muy doloroso esto. Ya no tengo palabra que decirle porque estoy muy resentida, muy triste, y la verdad a veces siento, ya no, ya no quisiera estar aquí.
«Pues de hecho se llevó el techado, la cama, todo, todo, todo, por completo, refrigerador, cama, trastes, todos los aparatitos que, gracias a Dios, con esfuerzo, hemos comprado un poquito, todo se lo llevó: refri, televisión, todo, todo», expuso.
La señora detalló que incluso ella y su familia han tenido que dormir a la intemperie, a un costado de su casa, debido a que no tenían cómo trasladarse a albergues.
“Estamos sufriendo mucho, no tenemos dónde dormir. Les lavé la cama con jabón, la de madera y ahí se tendieron (sus nietos), ahí se enrollaron en un cobertor, todos. Aquí, ahí donde está la cama», explicó.
La comunidad tenía vegetación, viveros del programa “Sembrando Vida” y cancha de futbol. Hoy la mayoría es lodo y árboles caídos. Zoila Velázquez, otra de las afectadas, afirmó que el saldo de su vivienda tras el paso del huracán es pérdida total.
“Pues prácticamente todos mis muebles se los llevó el arroyo, y pues ahora sí que lo bueno que logramos salir mis hijos y mi esposo. Alcanzamos a salir con tiempo, porque el arroyo ya se nos venía encima.
“Mis muebles quedaron deshechos, mi refri, la alacena, todo, prácticamente todo. Yo vivía aquí con mi esposo, mis dos hijos y mis papás que estaban conmigo también.
-¿Ahora que está haciendo? ¿Le dieron asilo por allá?- se le preguntó.
“Pues este sí, aquí mi hermano vive, gracias a Dios, vive en la lomita, y ahí estamos con ellos ahorita, pasándola. Mis pollitos, todo, todo se lo llevó el arroyo, quise rescatarlos, pero no pude, o era yo, o ellos», lamentó.
Algunos habitantes calificaron este huracán como el más fuerte de las últimas décadas en Oaxaca, incluso por encima de Pauline, ocurrido en octubre de 1997.
“Entró el río, entró lodo, todo bien feo y ahorita pues estamos, yo estoy ubicada ahorita en casa de mi mamá, pero todos los familiares de allá están sin resguardo. Gracias a Dios tenemos a nuestra familia, pero no tenemos que comer, por el momento. No hay que comer, no hay agua, no hay nada”, dijo Eliana Trinidad.
Algunas viviendas fueron prácticamente tapadas por la inundación, como la de Hilario Hernández.
«A la mitad de la casa llegó lo que es el río, todas las cosas que teníamos en la parte de afuera, pues prácticamente se lo llevó. Lo único que tenemos son otras cositas que están adentro, pero igual ya es pérdida, porque está lleno de lodo, se dañaron las cosas materiales que están adentro».
Esperemos más que nada que llegue el apoyo, para todas las familias que fueron afectadas aquí en la comunidad”, agregó.
Los habitantes de esta comunidad afirmaron que no han tenido acceso a las miles de despensas que están repartiendo las fuerzas armadas y la Guardia Nacional, en las zonas afectadas.
Fuente: Milenio.